Esta es una advertencia a las adictas y adictos a los chices. Eso de comer en exceso la goma de mascar para pasar el tiempo, como sustituto del cigarro o para tener algo en la boca y no picotear… tiene algunos riesgos.
Lo curioso es que hoy mientras iba en el metro, he podido leer algo en la revista que tenía la muejer de al lado. Ante mi curiosiadad, me he querido informar y he encontrado un artículo en el mundo que habla de ello, de los riesgos de comer chicle. Y atención, no son una tontería:
‘Diarreas diarias, una constante pérdida de peso… Estos son algunos de los síntomas que compartían dos pacientes alemanes que acudieron al centro Charité Universitätsmedizin de Berlín. Tras muchas pruebas infructuosas, los médicos que los atendían encontraron la causa en sus hábitos alimenticios: tomaban decenas de chicles diariamente’.
Al parecer, los chicles están hechos con sorbitol, perteneciente a la familia de los alcoholes de azúcar, usados habitualmente como laxantes y que también se emplea como edulcorante en muchas comidas sin azúcar y medicamentos”, explican los gastroenterólogos del hospital berlinés en el último número de la revista ‘British Medical Journal’.
Masticar chicle con frecuencia puede ser nocivo para la salud. Su consumo se asocia con aumento de peso, gastritis y problemas dentales. y es que al iniciar la masticación el estomago empieza a segregar jugo gástrico para iniciar el proceso digestivo, que nunca iniciará, ya que no existe de por medio alimento alguno. Lo que recibirá es el azúcar y sus calorías, que irán acumulándose en el organismo. Erróneamente se utiliza el chicle como una forma de limpieza dental, porque ésta sólo actúa en las zonas de masticación de las muelas, no en los incisivos, y es incapaz de actuar sobre el sarro y limpiarlo, como lo hace el cepillo dental.
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